Calçots
Pasado mañana, y como cada año en esta época, se celebrará en Valls, capital de la comarca del Alt Camp, la gran fiesta de la calçotada, o lo que es lo mismo, una gran fiesta popular alrededor del calçot. Los calçots son unas cebollas largas dulces y tiernas, obtenidas por el desarrollo de los brotes de una cebolla vieja y que despiertan auténtica pasión en toda Cataluña. Su preparación no tiene ningún secreto, se necesita una parrilla con brasa de leña para asarlos, mojarlos a continuación en una salsa romesco especial y tras protegernos con un enorme babero para evitar pringues, engullirlos uno a uno mirando al cielo, mientras intentamos batir el récord de ingestión del año anterior. No tengo la menor duda de que el calçot en si mismo, es una experiéncia organoléptica única, pero el aquelarre que se monta a su alrededor para comerlo es otra historia. Confieso que nunca he asistido a ninguna calçotada y hay pocas probabilidades de que asista alguna vez. Calçotadas, sardinadas, barbacoas, comidas multitudinarias y camperas en general no se ajustan demasiado a mi condición de comedor solitario.
Hoy el menú de Shojiro para unirse la gran fiesta de esta hortaliza, ha sido una versión del calçot muy interesante. Los calçots cortados a trocitos, estaban rebozados con tempura y la salsa romesco, estaba sustituída por una fina crema de acelgas. No había babero y believe me: estaban buenísimos.
5 comentarios:
calçotada sin babero... no es la calçotada...
Pero, confieso en que nunca me he participado en una fiesta de calçotada, aunque cada año hablamos de ello.
Cada vez que te leo me entra hambre. Y encima con la diferencia horaria me queda casi a la hora del almuerzo.
A no ser que este equivocado creo que los calçots se hacen con fuego de leña y no con brasa. Con la brasa podremos hacer una buena parrilada que juntamente con los calçots hacen una combinacion tan divertida y agradable como indigesta al mismo tiempo. Aunque lo mas importante es la salsa romesco, que es la parte vital de esta comida. En fin, un manjar muy celebrado para comerlo con amigos y muy poco recomendable en un Lonely lunch. Por cierto, esta comida es el antitesis del glamour.
belli questi piatti quadrati!
Cram tienes razón. Es con leña. Razón por la que todo queda pèlín ahumado.
Graciuas por comentar en mi blog.
Ciao Francesca. Questi bei piatti quadrati sono di un ristorante giaponese. Ecco la raggione. La foto purtroppo é fatta con il mio telefonino.
Publicar un comentario