jueves, noviembre 09, 2006

Paella®


No debería existir ninguna polémica alrededor de la auténtica paternidad de la paella. Los valencianos claman al cielo que ellos son los legítimos inventores de la magistral fórmula y que cualquier otra receta ya no es paella. Yo creo que aunque los valencianos efectivamente tienen razón y que fueron ellos los que aportaron a la gastronomía internacional -y gracias al incipiente turismo español- ese gran invento que hoy se conoce como 'paella' ya que desde el Califa Balansiya hasta el mismíso Vicente Blasco Ibáñez así lo avalan, la magistral fórmula ha pasado a ser interpretada y enriquecida a continuación por un sinfín de culturas. Así castellanos, gallegos, catalanes y andaluces han hecho su propia versión y le han añadido o quitado valores que a los valencianos les puede parecer sacrilegio. El resultado, a mi criterio, ha sido enriquecedor y hoy podemos degustar este polifacético plato en cualquier rincón del país con un sinfín de variedades. La paella ya es patrimonio español. Como cuenta Nestor Luján en su magnífica obra Historia de la gastronomía, la principal característica de la paella es su barroquismo, que sólo los valencianos o los que han aprendido de ellos saben combinar con armonía.
Esa negruzca y poco atractiva paella de la foto es una deliciosa especialidad que se puede degustar en pleno corazón del barrio barcelonés de Gracia: El Envalira.

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