El rape
Aunque la salsita de cebolla glaseada a la sidra con almejas estaba deliciosa y el relleno de erizo le daba un toque de sabor a mar intenso, el protagonista del plato, el rape, estaba insípido y correoso como siempre. Hace tiempo que juré no comer nunca más este pez, pero hoy, dejándome llevar por la recomendación del chef, he cometido de nuevo el mismo error que cometí antes de mi juramento y me lo he hecho traer a mi solitaria mesa.
Nunca entenderé la fama que tiene el rape en la gastronomía. Antiguamente se consideraba al rape un pez incomestible y así se le llamó como sapo de mar, pez sapo, o pejesapo, nombre con el que se lo define por la Real Academia Española.
La única preparación que conozco en la que el pez sapo vale la pena, es cuando su cola insípida se utiliza como barata imitación de la langosta por parecerse en textura al del preciado crustáceo. Es el pixín alangostado, una receta inventada por un restaurante asturiano de bodas y bautizos que se hizo famosa. Primero se cuece la cola de rape en la misma agua que unos langostinos para darle sabor y posteriormente dejándolo enfriar, se corta a tiras y se tiñe el exterior con pimentón para que parezca la piel roja de la cola de una langosta. La mahonesa, el vino y la imaginación hacen el resto.
Me pregunto porqué en su día se puso de tan moda el rape y su precio se disparó.
Quizás una ventaja del pez que se empezó a valorar en gran medida fué su carencia de espinas, y luego en la hostelería, el gran margen de beneficio que suponía vender un pez de tercera a precio de merluza.
Nunca he visto un sahimi de rape y eso ya es bastante significativo. En fín, después de mi última experiencia, destierro para siempre al pejesapo de mis venideras comidas solitarias. Y, para hacer justicia al chef, decir y repetir que el resto del plato estaba excelente.
4 comentarios:
Para adelante, Joanet, y para atras ni para tomar impulso. Me refiero a hecho un juramento gastronomico 'stick to it', tus papilas gustativas y tu estomago lo apreciaran.
En mi país, el hígado de rape es más valorado que la cola...
A mi me gusta del rape su textura y su color.
Sobre todo lo utilizo para la sopa de pescado, es un buen comodín porque es un pescado sin sabor apenas , aunque un rape en salsa americana bien hecha es un plato de sobresaliente.
Es cierto Camille, a pesar de haber arremetido contra el rape, admito que es excelente para la sopa. Sobretodo su fea cabeza.
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