miércoles, febrero 21, 2007

Le Roquefort


Cuenta la leyenda que un pastor de Causse de Calambou, dedicado a perseguir a jóvenes doncellas, descuidó en tal grado el queso producido por sus ovejas, que al regreso a la cueva donde vivía algunos meses más tarde, el penicilium roqueforti había convertido a su olvidada leche fermentada en auténtico Roquefort. Dejando aparte esta infumable leyenda freaky, ante el queso Roquefort me saco el sombrero. Chapeaux, como diría mi sátiro pastor. El queso Roquefort es definitivamente mi queso favorito.
Algunos días, como por ejemplo hoy, incluso ha conseguido salvar a mi mediocre lunche para situarlo en un digno lugar dentro mi ranking particular.
Los reyes franceses, adoraron a este queso el más antiguo de su país. También artistas y escritores galos han alabado sus excelencias y han consagrado al Roquefort como el rey de los quesos. Casanova, otro sátiro, encontró un matiz peculiar en la degustación del Roquefort: no se cansó de encomiar sus virtudes afrodisíacas y de considerarlo como " un excelente medio para recobrar el amor o para que un amor reciente madurara pronto ".
Dejando en cuarentena todas estas alabanzas, creo que tengo que decir que el queso Roquefort, a mi gusto, hay que saborearlo acompañado de una confitura (de tomate verde, en el caso de mi foto de hoy) y, sobretodo, con cualquiera de estos vinos:
Clos-Vougeot, Haut-Brion, Châteaulatour, Châteauneuf-du-Pape, un Oporto viejo, un Sauternes (especialmente Château d'Yquem), un Blanc de Blancs nature de Champagne.
Si esos vinos parecen inasequibles o un poco cursis, recomiendo un Oporto, un Garnatxa o en su defecto, un blanco de barrica.

1 comentario:

Lalodelce dijo...

Las fotos de tu blog son muy buenas, y honestamente ni notaria la diferencia entre las sacadas con camara digital o con celular.
Pasando al tema 'quesero', mi abuelo adoraba el Roquefort y al final de sus dias, cuando ya Alzhaimer habia ganado la batalla, nos asegurabamos que no le faltase en la mesa esta delicia que el ponia con mucho entusiasmo en cualquier comida. Asi se por ejemplo, que el Roquefort y el Alfajor se llevan bien; o que un Fricase de cerdo con Roquefort es aun mas sabroso. En cuanto a Casanova, espero que por el bien de la comunidad hubiese utilizado algun refrescante bucal antes de poner a prueba los poderes afrodisiacos del Roquefort.