Barcelona-Valencia-Barcelona
Hoy he ido a Valencia con mi coche.
He hecho tantas veces este pesado viaje que me conozco el camino de memoria.
Mi reunión allí ha empezado a las once y ha sido muy positiva y rápida. Al cabo de una hora y media me encontraba ya en la calle. Me sentía eufórico. Había que celebrarlo conmigo mismo pero era demasiado temprano para quedarme a comer en Valencia. Por eso decido regresar a Barcelona y comer por el camino. Por ejemplo en las Casas de Alcanar. Allí tienen buen pescado y buenos langostinos.
Cuando he llegado a Ca l'Angelina estaba a tope. No tenían ni una mesa para mi.
He continuado mi viaje hasta San Carlos de la Rápita. Me apetecía volver al restaurante del hotel Miami. Era un hotel clásico -de toda la vida- y recordaba que allí siempre había comido bien.
Sorpresa: El hotel Miami ya no existe y en su solar están construyendo pisos.
A lo tonto, a lo tonto ya era un poco tarde y decido improvisar. Me he metido en el restaurante Varadero que hay junto al puerto. Nunca había estado allí antes o sea que era una lotería.
-Si al senyor l'hi agrada el marisc, tenim una graellada molt bona -me ha dicho el camarero-.
Me parece buena idea, tráigamela. Y para beber un Chardonay de Raimat.
Debo hacer pinta de muerto de hambre porque al cabo de un cuarto de hora, cuando ya me había comido casi todo el pan, ha aparecido el camarero con la bandeja que se ve en la foto. Una exageración para pasar un buen rato.
En la mesa de al lado, una pareja que estaba en los postres me ha dicho con sonrisitas:
-Que aprofiti, eh?
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