viernes, octubre 02, 2009

Rabo de toro

Dos rabos de toro en un mes, es mucho rabo. El primero lo comí hace quince días en el cumpleaños de mi hija. El segundo hoy, por curiosidad, queriendo saber como se defiende un cocinero japonés ante este contundente plato cordobés. Un estofado típico de restaurantes y tabernas de culto taurino, donde se amparan los valores artísticos de la lidia y se debaten los últimos pases de capote, chicuelinas y verónicas acometidos por el diestro de turno.

Mientras me dispongo a deshuesar meticulosamente el sabroso Oxtail Stew con pulso de relojero, leo en la sección de arte de un New York Times, que alguien olvidó en el restaurante, el extenso reportaje que Michael Kimmelman dedica al festejo taurino del pasado domingo en la plaza Monumental de Barcelona. El artículo, no sólo destaca la buena faena librada por el diestro José Tomás que fue sacado a hombros de la plaza por los aficionados, sino que aporta una interesante observación sobre la actual situación de la Fiesta en Cataluña debido a la controversia generada en la recogida de firmas, por parte de una iniciativa legislativa popular, que ha conseguido llevar al Parlament el debate sobre la prohibición de celebrar corridas.
Mi jugoso rabo de toro y el fortuito artículo no pueden ser más concordantes. Kimmelman destaca que: "En los últimos decenios, la disminución de interés entre los jóvenes se ha combinado con la presión de los defensores de los derechos de los animales y de los nacionalistas catalanes para paralizar el toreo en Cataluña". También añade que el admirado diestro José Tomás juega un papel primordial en esta crítica situación de la Fiesta, destacando el gran tirón que tiene el torero en La Monumental ya que para los dolidos aficionados, él es su última esperanza. Los éxitos conseguidos desde su retorno a los ruedos, consiguiendo colgar varias veces el 'No Hay Billetes', ha sido algo que nunca había sucedido en esta plaza en los últimos veinte años. Kimmelman también compara a José Tomás con el tenista Roger Federer: "Al igual que él, ejecuta cada movimiento lo más lento y elegante posible". El reportaje además, recoge los argumentos empleados por los antitaurinos para acabar con las corridas de toros, en su mayoría cargados de tintes políticos y éticos.

Aunque nunca he sido un taurófilo, confieso que el espectáculo me atrae. Me atrae la gestualidad, la belleza plástica, el constante riesgo y la imprevisibilidad que acompaña a la corrida. Como en otras artes, considero el toreo como un valor absoluto. Aunque ahora se quiera dar la idea que la Fiesta es una cultura que pertenece a la España profunda y por tanto ajena a Cataluña, hay que recordar que Barcelona fue la ciudad española con más plazas de toros. Era la Meca del toreo y nada tuvo que ver con el catalanismo. Por eso me manifiesto totalmente en contra de la posible prohibición de celebrar corridas en Cataluña. Como estaría totalmente en contra si se prohibiera el estofado de rabo de toro, ir en bicicleta o pescar, porque prohibir limita la libertad y en este caso, manifiesta el desprecio a los valores culturales absolutos.
Federico García Lorca no se anduvo demasiado por las ramas a la hora de opinar sobre el espectáculo taurino: "El toreo es probablemente la riqueza poética y vital de España, increíblemente desaprovechada por los escritores y artistas, debido principalmente a una falsa educación pedagógica que nos han dado y que hemos sido los hombres de mi generación los primeros en rechazar. Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo".
Ahí queda eso, junto con mis bien relamidos huesecillos de un rabo que fue de toro, aunque más bien creo, perteneció a una vaca.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Es el comentario mas correcto sobre la fiesta taurina q.he leido en estos dias...los aficionados a este arte te damos las gracias,ojala te lea mucha gente para q.entienda lo q. es esta fiesta y q. las prohibiciones son absurdas...PEDRITA

lalodelce dijo...

P.E.T.A.

... silencio.

pescado del dia dijo...

Personas por la Ética en el Trato de Animales. Obviamente que estoy de acuerdo con este concepto Lalo. Existen muchos problemas serios en el mundo que merecen nuestra atención; la crueldad hacia los animales es uno de ellos. Deberíamos tratar de aliviar el sufrimiento siempre que podamos. Ayudar a los animales no es ni más ni menos importante que ayudar a los seres humanos, ambos son importantes. El sufrimiento del animal y el del ser humano están interconectados. Es evidente que las corridas de toros, la caza del zorro y otras prácticas de sangre están condenadas a desaparecer. El problema pero, es mucho más grande que eso. Diariamente se sacrifican millones de animales que no vemos. Pero los encontramos en nuestro plato y nos parece tan natural. Estoy convencido que un pollo o un conejo también siente dolor y miedo.
Hay cifras que dan mucho que pensar...

Estadística del sacrificio de animales en 2003:
45,895,000,000 (45.9 billones) pollos
2,262,000,000 (2.3 billones) patos
1,244,000,000 (1.2 billones) cerdos
857,000,000 (857 millones) conejos
691,000,000 (691 millones) pavos
533,000,000 (533 millones) gansos
515,000,000 (515 millones) corderos
345,000,000 (345 millones) cabras
292,000,000 (292 millones) vacas y terneros
65,000,000 (65 millones) otros roedores
63,000,000 (63 millones) palomas y otras aves
23,000,000 (23 million) búfalos
4,000,000 (4 million) caballos
3,000,000 (3 million) mulas y burros
2,000,000 (2 million) camellos
TOTAL: 52,794,000,000
Estados Unidos: 9,116,248,000
En la estadística, (Food and Agriculture Organization of the United Nations) no se incluyen los miles de millones de animales marinos muertos cada año. Tampoco se incluyen los millones de animales sacrificados en laboratorios, granjas peleteras, refugios de animales, parques zoológicos, parques marinos o circos. Tampoco están incluídos los animales muertos por la negligencia humana, la caza, abusos, taxidermia y los intentos de exterminio.
No es una justificación de mi desacuerdo con la prohibición de celebrar corridas de toros en Cataluña.
Es sólo un dato para meditar nuestra ética real.

Fernando dijo...

Es tan vieja la controversia del toreo, que casi da pereza opinar.
El toreo de José Tomás es épico porque es lírico, porque se queda quieto, no da un paso atrás, es firme en su decisión, para cantar al toro, mecerlo, someterlo, embrujarlo, dormirlo en la tela, despacio, lenta, armoniosamente: líricamente
Lo demás es bla, bla, bla y ética facilona. De manual.
Fernando

lalodelce dijo...

De acuerdo, es mejor comer hongos, lechugas, puré de papas, huevos, quesos, etc. ... claro que los 'veggies' también deben gritar de algún modo.

Ahora en serio,

Pienso que cada uno de nosotros puede hacer un poquito de diferencia eligiendo con cuidado los productos comestibles que llegan a nuestra mesa y paladar. Es un esfuerzo consciente que requiere tiempo y constancia. Buscar productos orgánicos y locales, para ayudar un poquito en la emisión de gases dañinos en la producción, manipulación y transporte de los mismos, escoger marcas de productos cuyas prácticas de trato al animal y al medioambiente estén certificadas por el estado, y se mantengan lo más locales posibles, por lo mismo indicado antes, es decir, el cuidado del medioambiente y sus habitantes, etc.

Entre matar a un animal que ha sido criado con esmero y cuidado, con un diestro cuchillazo y luego utilizar el cuerpo del animal de una manera sostenible y útil, o matar a cantidades de animales de todo tipo, desde ese crustáceo que se echa a la olla de agua hirviente, y a los que se cria ignorando sus sentimientos y contaminando el medio ambiente, obvio que la primera opción parece ser la menos cruel.

No estoy en contra de matar a un animal si uno necesita alimentarse, vestirse, etc., es decir si hay la necesidad real y absoluta de utilizar la mayoría del producto que ese cuerpo reditará. Sin embargo, matar por amor al arte así como la producción industrial, y sin límites, de alimentos de producto animal, que además es espantosa para el medioambiente, ... no.

Ojo, que no he pasado por alto a los millones de personas que no se pueden dar el lujo de escoger lo que comen, ya que el sólo hecho de tener algo que comer ya es un lujo en sí.

antitaurino dijo...

Las corridas detoros son una vergüenza para la civilización. Y encima reciben subvenciones del gobierno.
Voy a favor de su prohibición.

Mayrit dijo...

En primer lugar, aclarar que para nada soy seguidora de las corridas de toros, pero pienso que si desaparece la fiesta taurina, también desaparece uno de los animales más bellos que hay en la Tierra, el Toro de Lidia, pues ¿qué sentido tendría criar, mantener, cuidar, mimar, etc. a un animal cuya existencia es, como su nombre indica, LA LIDIA?.
Una vez finalizado el espectáculo, el cuerpo del animal del animal es aprovechado en distintos sectores de la industria, y también tengamos en cuenta, que el mundo del toro, mantiene muchos puestos de trabajo, que los toreros, son los menos.