Esperando el menú
Me preguntaba un amigo hace unos días porqué últimamente tengo tan abandonado este blog y mi respuesta es muy simple: llevo quince días de guerrillero régimen o lo que es peor, quince días sin comer al mediodía, justo momento de coincidencia con mis Lonely Lunches, por lo que si no como, no hay inspiración.
Es la primera vez en mi vida que ejecuto tal severidad contra mi persona, pero mi delirio gastronómico empezaba a pasarme factura.
No me he puesto en manos de ningún prestigioso endocrino, pues actúo como los perros, por pura lógica metafísica: si quiero adelgazar, no como. Y punto.
Una autodieta que sinceramente es menos dura de lo que esperaba. La cena llega bastante pronto y no por ello me desahogo en ella.
Como esta situación es transitoria, o pongo en espera lonely lunches o empalmo con un accompanied dinners.
4 comentarios:
Y qué tal unas lonely dinners, aunque sea transitorio?
Ay! yo también estoy a dieta...
Es que a este caballero, ya lo dijo él un día, no le gusta cenar solo, Camille.
Me acuerdo de una terapia de los
90s que consistía en ponerse yeso, como un corset, alredecor de las caderas, cintura y abdómen, decían que bajaba centímetros, el yeso se lo llevaba por 24 horas o menos, antes de tener que escurrirse dentro de un apretado vestido para una fiesta.
Mi madre pensaba que el yeso debían ponérselo en la boca, así los resultados hubiesen sido más duraderos.
Ojito, no estoy sugiriendo nada a nadie que esté a dieta, faltaba más, sobraba menos. ;)
Cierto Camille, pero a la noche debo estar ojo avizor para no comer el doble...
Pienso estar así un par de semanas y luego, lo dejo.
Curioso es que cuando dices a los amigos que estás haciéndo régimen, parece como si todos supieran el método perfecto: "Hoye has leído el método Montignac? es perfecto", "Mira lo mejor es beber cinco litros de agua diarios", "Oye no seas loco, eso de no comer al mediodía es una burrada. Hay que comer mucho y muy a menudo"... y así podría decirte cuarenta más.
El del yeso alrededor de las caderas, y tal, ese no lo conocía yo, Lalo. Es como salir ileso de un politraumatismo y con tres quilos menos!
La primavera está a la esquina y necesito cierta agilidad para moverme entre mis zarzias y cabestrantes. Estos Lonely Lunches que me suelo largar me estaban lastrando como a un remolcador...
un poco de freno a la gula, tampoco viene mal.
También es cierto que no es excusa para seguir escribiendo mis posts, ya que de gastronomía tampoco es que escriba demasiado... :P
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