domingo, diciembre 28, 2008

Escorpiones Asados


Como a todo el mundo, imagino, también a mi me ha ocurido eso de correr con la boca abierta y tragarme una mosca, descubrir medio gusano en la recién mordida manzana o aquello del mosquito en el gin tonic.
De esas ingenuas experiencias, a comer insectos por voluntad propia, dista todo un proceso de mentalización.
Aunque en mi vida he comido de todo sin demasiados escrúpulos, confieso que también he formado parte del club al asco generalizado hacia los insectos. Eso si, algunos más que otros. Últimamente pero, que he leído un poquito sobre la antiquísima entomofagia o consumo de insectos y además he visto algún que otro documental en el Discovery de turno, me ha picado la curiosidad o digamos más bien el morbo, por probar a la primera oportunidad, cualquier tipo de estos odiosos bichos que venden ya listos para comer: saltamontes, escarabajos, grillos, gusanos, hormigas o lo que sea. Y ha sido justamente Santaclaus, conocedor de mi capricho, quien me ha proporcionado la oportunidad de satisfacer la curiosidad, obsequiándome con unos suculentos escorpiones tailandeses en conserva. Mmm, toda una delicatessen.
Si el plato predilecto de Aristóteles eran las cigarras, San Juan Bautista se alimentaba de grillos y la aristocracia romana consumía las larvas del "escarabajo ciervo", ¿porqué yo no puedo saborear unos magníficos escorpiones BBQ?
 Y antes de pasar a la mesa, traduzco directamente lo que se dice en la etiqueta:


Escorpiones asados (Sabor a ahumado barbacoa)
Los Escorpiones 'Heterometrus Spinifer' son comunes en la mayor parte de Tailandia y son una delicadeza para los que viven en el noreste. Estos escorpiones han sido asados delicadamente y pueden comerse en su totalidad.
El escorpión pertenece al grupo de los arácnidos e incluye a 16 familias, 159 géneros y 1.260 especies en todo el mundo.
El Heterometrus Spinifer es común de Tailandia y es una de las pocas especies comestibles que existen.
Los fósiles de escorpión encontrados indican que ya existían desde hace unos 450 millones de años, en el período Silúrico y evolucionados de un antepasado anfibio.
Debido a este antepasado anfibio los escorpiones poseen un sabor semejante al de la gamba de mar y ligeramente amargo. Pueden consumirse directamente de la lata o pueden servirse acompañados con muchas variedades de salsas y picantes
.

Leído lo cual paso a la mesa, aunque me surge una duda: ¿naturales, calientes o tibios?
Si en la etiqueta dice que su sabor es parecido al del camarón, el sentido común me dice que lo mejor es calentarlos ligeramente en el microondas. Luego y como medida preventiva, agarro la botellita de Tabasco.
El primer escorpión me lo llevo cerca de la boca y cierro los ojos. En estos segundos, me surge otra duda: dicen que se parece a una gamba, vale. Pero yo las gambas del tamaño de este escorpión no me las como enteras. Les retiro el exoesqueleto y me como lo de dentro... pero este escorpión es muy plano y parece tener poca 'chichi' en su interior. Además al tacto parece medio crujiente.
Dejo de pensar tanto , dejo de dudar tanto  y me lo meto en la boca. Muerdo su mitad aproximada, manteniendo aún los ojos cerrados masticándolo poco a poco, no sin cierto pavor.
El buscado sabor a gamba, que era mi salvación, está muy pero que muy lejano, yo diría que hay que imaginárselo. En cambio el sabor a Fritos barbacoa parece el más evidente. Textura crujiente en las patas y abdómen más blandengue.
Confieso que he sentido un cierto repelús, porque un señor escorpión es siempre un escorpión, por mucho pedigree que intenten ponerle. Santaclaus me hubiera debido regalar unas pequeñas hormigas para empezar.
De los cinco que contenía la latita, me he comido solamente tres. Los dos siguientes lo he hecho con los ojos bien abiertos pero con un buen chorretón de Tabasco para camuflar, seguido de un buen lingotazo de Chardonnay.
Moraleja: Prefiero la Gamba de toda la vida.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

NOOOOoooooo!!!!!! Después de tortuga, ahora comes escórpion??? Soy Escorpiana y este bicho es mi amuleto!!!

Bueno, a pesar de todo, de pequeña, comí unos saltamontes (por supuesto que los cogía en campos de arróz donde me crié y entregué a los pageses para que nos preparen.

Era bastante crispy y no me desgustó.
LJMA

Anónimo dijo...

Mas bien que Papa Noel te los dejó envueltos en una "lata," y bien muertos. A caballo regalado no se le mira el diente. :)

Ves el programa de Andrew Zimmerman, "Bizarre Foods"? ... es un queso. El seguro que apreciaría un "regifting," Joanet. Es decir, reagalar a otros lo que recibimos de regalo y que nos nos gustó. Jua!